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Un estudiante chino inventa la lavadora portátil

Para forrarse no hace falta inventar algo muy sofisticado. Tan solo hay que crear un producto que cubra una necesidad. Aunque sea feo y poco cómodo, si es útil, puede arrasar.

Esos tres últimos adjetivos se pueden aplicar a la creación de Pu Qingliang, un estudiante chino de ingeniería de 21 años que ha creado una lavadora portátil.

Su invento pesa tres kilos, se puede guardar en casi cualquier sitio y es capaz de lavar hasta cinco prendas a la vez. Está compuesto por un tubo plegable de tejido impermeable que se expande para crear el tambor principal. Debajo, hay un motor eléctrico que genera el movimiento del agua con el detergente que limpia la ropa.

Aunque es portátil, es necesario contar con una toma de agua y de electricidad para poder usarlo.

En una entrevista concedida al Daily Mail, el inventor explica que la idea se la dio su compañero de habitación, que siempre se estaba quejando de lavar la ropa a mano. “Me dijo que ojalá existiera algún tipo de lavadora portátil, y me puse manos a la obra”, reconoce Pu.

En la misma página, Qingliang se muestra muy seguro del éxito de su creación: “He realizado una encuesta a 10.000 personas y más de 6.795 me dijeron que comprarían la lavadora portátil”.

Y no es el único que confía en el porvenir de este invento. El grupo Haier, la gigantesca compañía china de electrodomésticos, se ha interesado por el proyecto y puede que algún día lo llegue a comercializar.

Solo esperamos que depure sus líneas y lo haga más atractivo. No pedimos que creen el iPad de las lavadoras, pero sí que elimine el horroroso estampado de camuflaje que Qingliang le ha puesto. ¿Qué tal un blanco nuclear, como todas las lavadoras?

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