4000 años de interrogantes de El Argar, la primera Civilización con el primer Parlamento del Mundo
Posiblemente comenzó su existencia hace 4.000 años, fue la primera sociedad que tenía una división clases y la que creó el primer Parlamento del mundo, pero se desvaneció en el 1550 antes de Cristo.
Vicente Lull, catedrático de Prehistoria en la Universidad Autónoma de Barcelona y uno de los expertos mundiales más reconocidos sobre esta desaparecida sociedad, admite que lo argárico «está de moda». «Vienen especialistas de todo el mundo a interesarse por esta civilización única, contemporánea de la minoica, pero totalmente olvidada». «Es una civilización sin parangón», continúa, «con un desarrollo tecnológico de primer orden, que no dejó nada a su paso, pero que lo adelantó todo. Es como la búsqueda de la civilización perdida».
Los expertos coinciden en que el descubrimiento de El Argar supuso una ruptura con respecto al periodo calcolítico precedente en aspectos como el desarrollo tecnológico, las relaciones económicas, los patrones urbanísticos y de organización territorial y los ritos funerarios. «La cultura de El Argar es la primera sociedad clasista de la península Ibérica. Los efectos de dicho control se manifiestan en la normalización de los productos cerámicos y metalúrgicos y en la circulación y uso restringidos, sobre todo, de los productos metálicos», aseveran los expertos de la Universidad Autónoma de Barcelona. «Una de las características de esta sociedad es que estaba encerrada en sí misma.
Sus defensas no servían solo como protección, sino que creaban una sociedad enclaustrada dominada por una opresiva clase dirigente», recuerda Lull. Precisamente, esa opresión aristocrática pudo desencadenar el fin de esta civilización. El Argar comenzó entre las cuencas de Vera y Guadalentín y se extendió por la Meseta, la Comunidad Valenciana, Almería y Granada.
«Los muertos eran enterrados en las propias viviendas, generalmente dentro de una tinaja depositado en posición flexionada y, generalmente, en decúbito lateral o en posición sedente con la cabeza orientada hacia el sur o el oeste», recuerdan los expertos de la UAB. Posición de dos cuerpos enterrados en La Almoloya y localización de los elementos del ajuar con que fueron enterrados. Las causas del colapso de la sociedad argárica parecen haber sido un conjunto de factores socioeconómicos y ecológicos.
El final de El Argar está caracterizado por el agotamiento de los recursos naturales, los instrumentos de trabajo y la fuerza de trabajo, este último en forma de una alta mortalidad infantil y el desarrollo de patologías. Quizás esta situación llevó a un estallido social sin precedentes que supuso la desaparición completa de esta civilización, como demuestra el hecho de que numerosas de las edificaciones desenterradas muestran signos de haber ardido por los cuatro costados. Tapones de oro de lóbulo de oreja de la tumba 38 de La Almoloya. Según los expertos, tras la destrucción vino el completo silencio, solo roto por la permanencia en Alicante y Granada de algunos pequeños grupos argáricos que sobrevivieron un siglo más y que pudieron ser poblados por las clases dirigentes huidas. De los centenares de tumbas argáricas estudiadas destaca una que los arqueólogos llaman de la princesa de La Almoloya, una joven que murió en el año 1635 antes de Cristo en el actual término de Pliego .
«También se encontró un edificio que incluía una gran sala de gobierno de unos 80 metros cuadrados, con bancos para sentarse y presidida por un hogar y un podio. Estaba preparada para acoger a unas 50 personas. Es posible que fuera el primer Parlamento del mundo, pero nunca sabremos qué se debatía allí», indica Lull, «porque los argáricos, sorprendentemente, y a pesar de su desarrollo, no dominaban la escritura.».